viernes, 1 de mayo de 2020

En el cielo ¡no podías faltar!


Dios te creo personalmente y te hizo preciosa y única. Sabemos que el cielo es nuestro lugar definitivo para toda la eternidad y vos ¡no podías faltar! Dios te creo, te eligió, y te dio el potencial para cambiar el mundo alrededor tuyo, una persona a la vez y cuantas tocaste profundamente. 

Hoy el cielo está de fiesta, cumples un año más desde que Dios te creo. Te has convertido en un ángel bello y hermoso. Nos llenaste la vida de alegría, orgullo y felicidad y lo sigues haciendo en y desde ahí. Ahora tu misión es distinta, nos estas cuidando a nosotros (hemos sentido tu presencia) y estas cuidando a muchas personas que necesitan de tu ayuda y protección, como el ángel que eres.  

Dios te ha dado una bendición especial para que tus alas te lleven a donde te necesiten. Sabemos que tu tiempo en la tierra fue dichoso y que ahora nos estás trayendo dicha a nosotros y a otras personas, guiando nuestro camino y el camino de otros como nuestro ángel muy especial.  

El recuerdo de tu sonrisa nos eleva el alma. Saber que fuiste feliz acá en la tierra, alegra nuestra alma. Sabemos que ahora iluminas el cielo con la melodía de tu sonrisa y con la alegría de tu ser. Sonríe siempre y lleva luz a cada rincón que se encuentre a oscuras. Sonríe e ilumina todo el firmamento. ¡Te amamos!